Grave crisis interna en el seno de la cúpula rectora del Banco de España (BdE). El subgobernador, Francisco Javier Aríztegui, y el director general de Supervisión, Jerónimo Martínez Tello, se tiran los trastos a la cabeza achacándose mutuamente la responsabilidad de la grave crisis por la que atraviesa el sector financiero español, particularmente de la situación de unas Cajas de Ahorro llamadas a desaparecer en su mayoría.
Los nervios se han adueñado del caserón de la plaza de Cibeles desde que la portavoz del PP en el Congreso, Soraya Sáenz de Santamaría, lanzara el pasado 5 de octubre una sonora andanada contra el funcionamiento del antiguo banco emisor, asegurando que su formación promoverá una "profunda reforma" del Banco para garantizar la transparencia y el buen gobierno de las entidades financieras. "El gobernador no puede limitarse a decir que la situación de la CAM es lo peor de lo peor", denunció la diputada popular, porque "si ha pasado eso, es su responsabilidad".
De acuerdo con fuentes de la institución consultadas por este diario, "perplejidad es el calificativo que mejor le cabe al clima que ahora mismo se vive el Banco. Perplejidad porque un sistema financiero descrito en su día por el presidente Rodríguez Zapatero como el más sólido del mundo, se haya derrumbado de esta forma. "¿Quién podía imaginar que fuera a ocurrir esta catástrofe…?" Es una pregunta que, según las fuentes, se escucha con frecuencia por los pasillos de Cibeles.
Perplejos y paralizados por el estupor, cuando no simplemente asustados, ya que "el Banco se ha gastado del orden de 20.000 millones de euros en ayudas y socorros varios y el sistema financiero sigue igual de mal". Con un gobernador, Miguel Ángel Fernandez Ordoñez (MAFO), que ni está ni se le espera, porque se halla completamente missing, la guerra ha estallado entre Aríztegui, auténtico hombre fuerte de la institución como número dos de Ordóñez, y el responsable de Supervisión, jefe del antaño temido y prestigioso cuerpo de inspectores del BdE. Se busca culpable.
Aríztegui, que antes de ser nombrado subgobernador por su amigo Ordóñez se ocupó precisamente de la dirección general de Supervisión (2006-2009), apunta con el dedo a Martínez Tello como el responsable del desaguisado. Y Tello le responde: "Tú me dijiste que esto era muy fácil, y también me contaste que a los inspectores se les manejaba con facilidad".
"Como le dé al PP por investigar, puede salir de todo"
Lo ocurrido con la Inspección podría de hecho llevar a algún alto directivo del BdE ante los tribunales de Justicia, bien por la llamada culpa in vigilando, bien por simple y vulgar manipulación de los informes de los inspectores, que a menudo iban a parar a un cajón. "Como al PP le dé por investigar, aquí va a salir de todo y por su orden, porque puede que la primera vez no te dieras cuenta, pero no es posible que a la décima no te enteraras de lo que estaba ocurriendo…"
A lo anterior hay que añadir el escándalo provocado en la casa por las millonarias indemnizaciones que no pocos altos ejecutivos de Cajas en situación de quiebra técnica se han repartido, con el regulador mirando hacia otro lado. Al respecto, Sáenz de Santamaría señaló el pasado 5 de octubre que el nuevo Gobierno controlará el "comportamiento ético" de los directivos de aquellas instituciones donde se aporten recursos públicos, para evitar remuneraciones e indemnizaciones "inadmisibles" a consejeros de entidades intervenidas.
La dirigente popular añadió, además, que es "responsabilidad" de Fernández Ordóñez y del propio Ministerio de Economía buscar los mecanismos para impedir que se cobren esas indemnizaciones e incluso, "en la medida de lo posible, se restituyan" los fondos cobrados, en lugar de actuar como meros "comentaristas" de lo ocurrido. Según Santamaría, Ordóñez "ha actuado tarde y mal" y no ha estado "nada fino ni explícito en la vigilancia de los emolumentos que podían recibir los altos cargos".
Las palabras de Soraya han llevado la zozobra al caserón de Cibeles. Con Fernández Ordoñez con el puesto asegurado hasta el próximo mes de junio, la incertidumbre se cierne sobre el futuro laboral de Aríztegui y el propio Martínez Tello, entre otros altos cargos, y ello a la luz de esa "profunda reforma" adelantada por el PP. En el Banco ha llamado la atención, por eso, determinada manifestación de parte según la cual "yo soy del PP de toda la vida", frase supuestamente pronunciada por Martínez Tello no solo en la casa, sino en medios del sector financiero español.