Ya sea al comprar un móvil libre o bien subvencionado mediante el contrato con una operadora, la elección del teléfono es una decisión importante por varias razones. La primera es que a menudo lo ligamos a un plan de precios -la mayoría de los usuarios lo adquiere subvencionado y con una tarifa fija- que resulta inamovible mientras dura el contrato de permanencia, entre un año o un año y medio. Otra razón es que en el caso de que lo compremos libre, el precio que pagaremos por el aparato superará los 500 euros casi siempre, por lo que una mala elección sale demasiado cara. Hacerse una serie de preguntas antes de entrar en la tienda y dejarse seducir por los llamativos diseños ayudará a tener claro qué necesitamos y a que la asesoría del vendedor resulte más provechosa.
¿Solo para llamadas?
Si nuestro único interés es hacer llamadas de teléfono y recibirlas, no es necesario que nos gastemos grandes cantidades ni nos hipotequemos con planes de subvención complejos. Podemos buscar uno de los muchos móviles de gama baja de Nokia, Samsung o HTC y exigir un plan de precios bajo. Incluso es mucho mejor ir a una tienda de tecnología y comprar el móvil libre para luego elegir operadora.
¿Sabré usar estos aparatos?
Somos mayores y el ritmo de cambios tecnológicos nos supera de largo; lo nuestro no son tantos botones. No es una cuestión sin importancia, porque muchos de los móviles de gama baja son complicados y tienen deficiencias de usabilidad. Nos puede salir barato en precio pero caro en uso si, entre otras cosas, queremos introducir el nombre asociado a un número de teléfono para saber quién nos llama o deseamos modificar algún parámetro del menú de configuración, como el fondo de pantalla o el tamaño de letra. Es preferible que probemos estas operaciones antes de pagar. Hay una gama de móviles pensados para gente mayor.
Cuidado con el tamaño de la pantalla de los móviles pequeños
Los móviles de tamaño reducido se llevan muy bien en el bolso o el bolsillo, pero al leer su pantalla resultan un tormento, en especial, si tenemos la vista cansada. Son buenos para hacer y recibir llamadas, pero malos para usos adicionales como guardar fotos o leer mensajes de texto.
¿Qué superficie de teclado necesito?
De nuevo un móvil pequeño puede traernos más problemas que comodidades. Tendrá botones pequeños y cada vez que pulsemos los números tenderemos a equivocarnos. Si el teclado es comprimido, de modo que ciertos números responden a una doble o triple pulsación, la usabilidad cae en picado. La situación empeora al escribir mensajes de texto.
¿Con cámara de fotos o sin ella?
Casi todos los móviles tienen hoy en día cámara de fotos. Esta no supone una subida sustancial en el precio de un aparato. Ahora bien, no es lo mismo una con resolución cercana a los ocho megapíxeles, que otra con solo tres. Aparte de que hacer buenas fotos con el móvil no es sencillo y requiere una metodología, puede que nos interese para guardar un recuerdo de nuestros seres queridos, para subirlas a redes sociales o enviarlas por correo electrónico. Si las queremos solo para guardarlas en el aparato o ponerlas de fondo de pantalla, no necesitaremos grandes resoluciones, no nos dejemos seducir por los píxeles. Si pensamos trabajar con ellas o compartirlas en diversos sitios de Internet, no está de más elegir una con mayor resolución.
¿Con funciones adicionales?
Puede que sin llegar a necesitar conexión de la red de datos móvil -también llamada Internet móvil-, nos interese que nuestro teléfono tenga más funciones que solo las de llamada. Es posible que nos interese un calendario para fijar fechas de cumpleaños y citas con el médico o bien planificar la semana según una serie de tareas. También nos puede convenir que tenga un navegador GPS, una cierta memoria para guardar canciones o ver vídeos, radio, etc. Hay teléfonos de gama media que nos dotan de estas posibilidades y, aunque el precio sube, no lo hace de modo desorbitado. En general, son aparatos que tienen posibilidad de acceso web, pero basta con no contratar esta opción.
¿Queremos acceso web?
Si tenemos acceso a la Internet móvil, nos abrimos a un mundo de posibilidades enorme, pero pagamos un precio que no es bajo, tanto por el móvil como por las tarifas. Es un terreno donde hay pocas medias tintas: los precios son altos y las posibilidades, también. A menudo, comprar un móvil demasiado barato puede dejarnos limitados. Y al revés: apostar por un smartphone de gama alta y luego infrautilizarlo es un despilfarro. En el campo de los smartphones con buena relación calidad-precio destacan varios modelos de Nokia, aunque en la gama alta esta marca no tiene buenas ofertas.
¿Blackberry o pantallas táctiles?
Quienes quieran mandar correos electrónicos con texto pueden decantarse por las Blackberry, famosas por su estupendo teclado de botones. Los amantes de las aplicaciones en pantallas táctiles pueden optar por móviles como el Samsung S Galaxy o el iPhone. Las pantallas táctiles no son tan buenas para escribir, pero dan mucho juego y facilitan la navegación por la Red desde el móvil.
¿Qué sistema operativo elijo?
Conviene apostar a caballos ganadores, según prefiramos un sistema operativo u otro. Blackberry limita más por hardware que por sistema, ya que los modelos buenos no son de pantalla táctil. Entre Android e iOS, el sistema del iPhone, la elección depende de más factores, como sus tiendas de aplicaciones en descarga. Por variedad de aplicaciones y estabilidad del sistema gana iPhone, aunque esta diferencia cada vez es menor y el futuro apunta a que Android será el sistema dominante y, por tanto, habrá más aplicaciones que descargarse de su tienda. Como ventaja, Android Market permite probar aplicaciones de pago e iPhone, no. Por otro lado, el sistema operativo Windows Phone 7 da buenos resultados y ejecuta los procesos con rapidez, aunque por el momento su ecosistema de aplicaciones en descarga es muy limitado.