En mis viajes de supervisión al equipo de ventas en la ciudad de Zacapa, en el oriente de Guatemala, recuerdo que había un hombre que vivía en la bifurcación de una carretera; aprovechando el estratégico lugar, tenía un negocio en el que vendía chiles rellenos; a lo largo de la carretera se veían rótulos anunciando su negocio, de tal manera que allí se detenían automovilistas y pilotos del transporte pesado por igual.
Con el tiempo, su negocio creció tanto que el hombre compró el terreno vecino para plantar las matas de chile que le proveerían de su materia prima, así como una granja de gallinas para obtener los huevos necesarios y también parte de la carne que requería. De esta manera, siendo un próspero empresario pudo sostener los estudios universitarios de su único hijo.
..Sin embargo, sucedió un buen día que su hijo llegó de vacaciones y, al notar que había decidido construir un hotel en la propiedad cuyo negocio había tenido tanto éxito, su estudiado hijo exclamó:
Pero papá ¿No has oído la radio? ¿Es que no lees los diarios? Estamos en plena recesión. La gasolina cada vez es más cara; no podemos exportar suficiente; el precio del café está por los suelos; en fin, hay una gran crisis en el sistema bancario nacional y el Fondo Monetario Internacional está loco: nos presiona para subir los impuestos cada vez más.
Yo pienso que es una locura que tú construyas ese hotel; es más, estoy seguro que pronto dejarán de parar tantos automovilistas y pilotos como vienen parando pues nadie tiene dinero para comprar tan siquiera tus deliciosos chiles rellenos.
Al escuchar esto, el padre pensó: "BUENO, SI MI HIJO HA IDO A LA UNIVERSIDAD; SI LEE MUCHO Y ESCUCHA LA RADIO, NO CABE DUDA EL ES MUY INTELIGENTE Y SABIO, DEBE TENER RAZÓN"
De esta manera, aquel hombre redujo el número de empleados; no compró fertilizantes para su granja; tampoco estuvo dispuesto a mantener tantas gallinas, de manera que sacrificó buena parte de ellas y vendió otras. Mandó quitar los vistosos rótulos publicitarios que anunciaban su negocio pues era muy costoso su mantenimiento.
En poco tiempo su negocio se fue reduciendo, llegando a tal grado que, finalmente, nadie se detenía ya a comer en él.
TIENES RAZON HIJO –DIJO EL PADRE AL MUCHACHO- VERDADERAMENTE ESTAMOS EN PLENA CRISIS.
Moraleja: Nuestra actitud frente a los problemas será determinante en los resultados que esperamos obtener, si nos dejamos vencer por las circunstancias, nunca lograremos nuestros sueños
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-- Publicado por Victorino Redondo para RyS el 11/30/2011 07:06:00 AM