Cada vez más, el principal enemigo de la movilidad eléctrica parece ser la colosal evolución de los motores convencionales, pero lo último de BMW realmente se sale del mapa. Con estas cifras de prestaciones y consumos ¿quien puede competir con motorizaciones alternativas?
El nuevo BMW Serie 6 Gran Coupe da otra vuelta de tuerca al motor diésel, con unos guarismos apabullantes. A saber: 313 CV acompañados de 630 Nm de par desde 1.500 hasta 2.500 rpm. Junto a una caja de cambios automática de 8 relaciones, se permite pasar de 0 a 100 km/h en 5,4 s. Todo ello con un consumo medio homologado de 5,5 l/100km y una emisión de 146g/km de CO2.
El secreto de esta casi inverosímil relación entre prestaciones y consumos parece estar en una pequeña colección de ingeniosas soluciones energéticas
Partiendo de la última tecnología diésel, el secreto de esta casi inverosímil relación entre prestaciones y consumos parece estar también en una pequeña colección de ingeniosas soluciones energéticas, englobadas en la marca Efficient Dynamics y, dentro de esta, la función ECO-PRO activable por el conductor.
Este modo de conducción seleccionable incide sobre la gestión electrónica del motor, la relación entre posición del acelerador y demanda de potencia, así como el momento de cambio de marchas.
El sistema start-stop se da por supuesto. Adicionalmente, se controla el consumo eléctrico de los distintos equipamientos del coche como asientos calefactados o retrovisores térmicos.
La generación de electricidad para el consumo de los elementos de a bordo se limita a las fases de deceleración y frenado regenerativo
Por su parte, la generación de electricidad para el consumo de los elementos de a bordo se limita a las fases de deceleración y frenado regenerativo, liberando al motor de esta carga adicional y ajena al movimiento del coche.
La desconexión de la dirección electromecánica, así como el compresor del climatizador y la aerodinámica activa que cierra parcialmente la admisión de aire para refrigeración cuando no es necesario, reduciendo la cantidad de aire que atraviesa el coche por dentro y beneficiando consecuentemente la resistencia aerodinámica, completan los protocolos de ahorro extremo desplegados.
Con estos datos ¿cómo le explicamos al mundo que hay que pasarse al motor eléctrico?
Fuente: BMW