'Democracia Real Ya' continúa con sus acciones encaminadas a conseguir una representación más justa del voto electoral en el Parlamento. De este modo, en la víspera de la constitución de las nuevas Cortes Generales, el grupo madrileño invita a la ciudadanía a salir a la calle para reivindicar un sistema electoral justo y proporcional.
Para 'Democracia Real Ya' Madrid los resultados de las Elecciones Generales del 20-N, y su traducción en escaños, han puesto de manifiesto que la aplicación de la actual Ley Electoral deja sin adecuada representación a millones de ciudadanos, cuando no los excluye directamente. Una situación que contribuye al descrédito de las instituciones y pone en cuestión su legitimidad.
Con esta campaña, que quieren mantener a lo largo de toda la legislatura a través de distintas acciones, el movimiento 15-M desea "recordar a los poderes públicos que la crisis actual no es sólo es económica, sino también de la propia democracia".
Buena parte de la información propuesta por el grupo madrileño ya está difundida desde hace días en esta web, como una apreciación personal sobre los resultados electorales. Con todo, no está mal volver a reflexionar sobre qué hubiese sucedido con otra ley electoral más justa. La primera de esas consideraciones es ya tremendamente desazonante: el PP no hubiese obtenido mayoría absoluta, con lo que eso implica. ¡Y que es colosal! Democracia Real Ya invita al resto de ciudades del país que quieran unirse, aunque ya hay varios grupos que ya han confirmado su salida a la calle:
Un ecologista en El Bierzo.
Nuestra consigna: ¡Una persona, un voto!, por Democracia Real Ya.
MANIFIESTO: ¡Una persona, un voto!
La calidad de una democracia se mide por la capacidad de sus instituciones para representar la voluntad de los ciudadanos. En España, tras tres décadas de convivencia democrática, nuestras instituciones se han deteriorado y no nos representan. El derecho constitucional al sufragio universal, libre, igual, directo y secreto no es en la práctica ni igual ni libre. No es igual porque el voto tiene distinto valor según donde se ejerza y del partido al que se elija. No es libre porque con frecuencia el ciudadano se ve coaccionado a emitir un "voto útil" si no quiere quedarse sin representación. De este modo, el pluralismo político, valor superior de nuestro ordenamiento jurídico conforme al artículo 1.1 de la Constitución, ha cedido frente a la lógica del bipartidismo.
En una democracia avanzada, no caben las excusas que priman la gobernabilidad por las mayorías sobre la representatividad de las minorías. Ha quedado atrás el tiempo en que la estabilidad dependía de la concentración de poder en lugar de la concertación y el diálogo, ha pasado el momento del inmovilismo de los grandes partidos frente a la corrupción y la especulación, ha pasado el día de votar al candidato menos malo, del "y tú más" y de la crispación.
La cultura democrática de este país debe cambiar y para ello debemos cambiar el modo en que elegimos a nuestros representantes.
En estos años, la ciudadanía ha pasado del hastío al hartazgo y del hartazgo a la indignación. Llevamos tiempo denunciándolo: el actual sistema electoral es insostenible e injusto. Promovemos una reforma que garantice la proporcionalidad de la representación parlamentaria conforme a las preferencias de los españoles, reflejo de la diversidad ideológica y territorial. Exigimos al próximo Gobierno y a las nuevas Cortes que escuchen a la ciudadanía, emplazamos al mundo académico y a los medios de comunicación a contribuir a este debate e invitamos a la sociedad civil a manifestarse a favor de esta legítima aspiración.
Por todo ello, antes del comienzo de la X Legislatura, el #18D saldremos a la calle para reivindicar un sistema electoral justo y representativo.
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